Aseo en el recién nacido
- Dra. Diana Gómez Valenzuela
- 30 jul 2021
- 2 Min. de lectura
Es importante tener a mano todo lo necesario para el baño del recién nacido y nunca dejar al niño sin supervisión en la bañera.

Cuenca.- La llegada de un recién nacido a casa supone para los padres responsabilizarse de las necesidades de su hijo, entre ellas, el cuidado del aseo corporal, que es todo un reto para los primerizos. Los niños menores de un mes requieren de unos cuidados diferentes a los que han superado esa edad, debido a sus especiales características.
¿Cómo se debe bañar al recién nacido?
No existe un consenso sobre cada cuánto hay que bañar a un recién nacido. Es igual de bueno hacerlo a diario que cada dos días, incluso en algunos países lo hacen una vez por semana. Lo importante es saber que el baño debe ser lo suficientemente regular para que el bebé mantenga una higiene adecuada. Si es un momento agradable, lo habitual es hacerlo diariamente, mientras que si supone un estrés, se puede hacer cada más tiempo.
La bañera no debe llenarse en exceso, unos 15-20 centímetro de altura es adecuado. La temperatura del agua de debe de ser de 36-38 ºC. Hay que comprobar la temperatura del agua antes de meter al niño, sumergiendo el codo o el dorso de la mano o empleando un termómetro.
Se puede sumergir al niño, incluso aunque no se le haya caído el cordón umbilical. Se debe emplear un jabón suave de pH neutro, en poca cantidad, para enjabonar al niño de forma delicada y posteriormente aclararle. La duración del baño no debe exceder de unos minutos en los primeros días de vida para evitar que el agua se enfrié y el niño también.
La habitación donde se le bañe debe estar caldeada a unos 22-24 ºC. Esto evitará que al salir del agua el bebé tenga frío. Tras el baño se procederá al secado con una toalla templada, realizándolo de forma suave.
Es importante tener a mano todo lo necesario para el baño del recién nacido y nunca dejar al niño sin supervisión en la bañera.

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